Probablemente ya has escuchado el uso de palabras como elles, todes o nosotres que se han empezado a utilizar de manera frecuente como una forma de comunicación que no discrimina a ningun sexo, género o identidad de género. Sin embargo, el uso de estas palabras han causado opiniones divididas en la población inclinadas tanto hacia la aceptación como al rechazo de las mismas.
Sin duda alguna el lenguaje que utilizamos es un factor clave en nuestra sociedad, pues influye en nuestra relación con los demás a nivel cultural y social, es importante analizar como este puede jugar un papel tan trascendental a la hora de promover el respeto por el otro.
Estas palabras hacen parte del lenguaje inclusivo, que surge a partir del cuestionamiento del uso genérico del masculino en el lenguaje formal y cotidiano y el cual invisibiliza de forma general a lo femenino pero también a personas de otras identidades de género. De esta forma los movimientos feministas y LGBTIQ+ han reclamado y popularizado el uso de un lenguaje igualitario que realmente represente a todas las personas y, una forma en la cual lo han hecho es con el uso de la letra “e” o “x” en remplazo de las letras “o/a” en determinadas palabras pues hay quienes no se identifican con ninguno de los géneros del par binario.
¿Qué dice la Real Academia Española frente a esto?
La RAE es una institución cultural que básicamente elabora normas para el uso correcto de la lengua española, de forma que emite su criterio frente a su aprobación o rechazo del uso de determinadas palabras. En este caso, en variadas ocasiones se ha pronunciado rechazando este uso, pues afirma que el uso de la letra “e” como una marca de género es ajeno e innecesario y que el “masculino gramatical ya cumple esa función como termino no marcado de la oposición de género” y que “no supone discriminación sexista alguna”; se expresa de igual forma frente al uso de la “x” en el cual adiciona que es impronunciable al ver ejemplos como “lxs chicxs están felices”
Es importante tener en cuenta que para que ingresen una nueva nominación o palabra al diccionario, dependerá de un proceso social de uso, que luego de su observación y revisión, sumarán de ser necesario.
Y a todas estas, te has preguntado… ¿De dónde vienen las palabras que usamos?
Quizá es algo que no es frecuente detenerse a pensar, porque el lenguaje y el uso de las palabras ha sido algo natural que se ha dado por sentado, pero sí vale la pena hacernos este tipo de preguntas sobre todo porque nos permite ampliar nuestra visión del mundo e ir un poco más allá.
En este caso como muchas cosas en la vida hay diversas perspectivas y puntos de vista, desde versiones bíblicas con historias como la de Adán (el primer hombre en la tierra) nombrando a todas las criaturas del mundo; narraciones mitológicas como aquellas en que Dioses nos otorgaron el espiritú, los sentimientos y el habla y con este último el poder de crear las palabras, y teorías como la gestual que indica que la lengua surgió a partir de las señas que hacian nuestros ancestros, reforzado en que las neuronas espejo que facilitan la imitación, se encuentran justo en el área de Broca del cerebro, que es de las más importantes para poder hablar.
Lo cierto es que independiente del origen real, las palabras tanto las antiguas como las nuevas tuvieron una primera vez, hubo alguien en determinado momento que bajo ciertas circunstancias puso un nombre a ese algo, para que todos lo entendieran de la misma forma.
Lo más importante es ver que este es un proceso normal que ocurre de forma frecuente pues el lenguaje es una construcción social que día a día va cambiando junto con la misma sociedad, es una adaptación a los cambios, a la ruptura de paradigmas y a la evolución continua, por eso antes de rechazar cualquier idea, vale la pena cuestionarnos ¿por qué no? o ¿porque sí puede ser posible?.
Por eso, aquí te compartimos algunas razones por las cuales podríamos evaluar el uso de lenguaje inclusivo no binario:
- Incluye a todos los géneros e identidades de genero, propiciando un trato igualitario para todos.
- Promueve la valoración de la diversidad, y el respeto por las diferencias
- Propicia el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+.
- Promueve la ampliación de nuestra manera de pensar, de ver mucho más allá de lo que se da por sentado y de sentir empatía por el otro, quien aunque puede entender el mundo de una forma distinta, está en todo su derecho y merece respeto.
Independiente de tu posición, con esto solo queremos invitarte a que te cuestiones esos paradigmas que tenemos arraigados, a que no defendamos o rechacemos una idea solo porque si o porque siempre ha sido de determinada forma, es importante entender que los tiempos y las necesidades cambian y todas las perspectivas merecen respeto.
Por ejemplo, ¿sabías que palabras como guasapear/wasapear, guglear o fanes (de fan) son expresiones que la RAE acepta? ¿qué te parecen?,
si de repente estás de acuerdo con su uso, no te incomodan mucho y no saltas en defensa del idioma, ¿por qué rechazar de tajo algunas expresiones que hacen parte del lenguaje inclusivo?. Somos conscientes de que este último implica mucho más que agregar palabras a nuestra comunicación, dado que en algunos casos precisa de construcciones más complejas, sin embargo es una adaptación que vale la pena considerar y que de por si, se está volviendo cada vez más frecuente.
Por eso te invitamos a cuestionarte y reflexionar acerca de este tema, son muchas más las cosas que nos unen que aquellas que nos separan, creemos que tener un mejor planeta empieza por entender y respetar al otro, independiente de las diferencias que puedan existir.
Amamos leerte, cuentanos en comentarios ¿aceptas o rechazas el uso de estas palabras como parte del lenguaje inclusivo?