Quizá todos lo hemos sentido alguna vez…
Porque como humanos hemos creado leyes para organizarnos en sociedad y así poder funcionar de forma armónica para todos, pero te has cuestionado alguna vez si… ¿las fronteras son reales?, ¿si al cambiar de un país o ciudad a otra, acaso la naturaleza y el medio ambiente es algo totalmente diferente?.
La respuesta a la que llegó Roberto Manrique en su travesía es que No… Mi agua correrá hacia ti, la tierra que piso es la misma que te sostiene a ti y lo que siembro aquí llega al cielo de allá.
Y esto es totalmente cierto, nuestro planeta y los seres que lo habitan no conocen de fronteras, aquí todo está articulado de una forma tan perfecta en la que, aquel océano que puedes ver en el horizonte realmente inició mucho atrás en las montañas atravesando grandes ciudades e incluso países.
¿Tú crees que alguien le puede decir al río: no puedes pasar, devuélvete porque aquí ya es otro país?
Muchas veces hemos escuchado, pero es que si plantan árboles solo allá en ese país ¿en qué nos puede beneficiar en este? y, en esa sencilla pregunta se puede identificar como está sesgada nuestra visión con respecto a la naturaleza porque si se planta allá no se benefician sólo los de allá, ¡nos beneficiamos TODOS! Porque todo hace parte de un único planeta, una única tierra.
¿Hay relación aún cuando nos separen miles de Kilómetros de distancia?
Para profundizar un poco más en ello queremos preguntarte ¿qué relación identificas entre el desierto del Sahara y la Amazonía?, y quizá estés pensando, pero “cómo va a haber alguna relación si están a miles de kilómetros y separados incluso por un océano”, pues aquí es donde te decimos “¡Si, si hay relación!”.
Investigadores de la NASA a través del análisis de imágenes satelitales identificaron el traslado de nubes de polvo desde los desiertos de África, que cruzan el Océano Atlántico y llegan hasta América impactando en nuestros territorios ¿Adivinas de qué forma?
¡Fertilizando la Amazonia! Por ejemplificar solo una de las formas, pues el polvo es roca triturada muy fina que está compuesto de diferentes elementos químicos como el fósforo y el nitrógeno, importantes nutrientes que son utilizados por las plantas y que llegan al suelo gracias al viaje del polvo y su posterior depósito en la tierra bien sea por la lluvia o porque cae sobre la selva.
¿Increíble no?, como puedes ver no importa la distancia en la tierra, todo se comporta como un único elemento, y quizá es por esta misma razón que nuestras acciones para hacer frente al cambio climático no han sido las adecuadas porque pensamos de forma individual, en que si yo contribuyo yo me beneficio y que si no lo hago pues yo soy el que me perjudico y la tierra no funciona así.
¡AQUÍ Todo mal nos afecta a todos y todo bien también!
Por eso es elemental que dejemos a un lado el egoísmo así como las falsas fronteras y trabajemos juntos con acciones colectivas reales y consistentes porque las consecuencias no dan espera, aún estamos a tiempo de tomar conciencia y generar un cambio:
Por eso, “Bienaventurados para quienes las fronteras son horizontes por descubrir”
¿Habías reflexionado de esta forma sobre las fronteras? ¿Cambia algo en tu forma de ver el mundo?
Te invitamos a profundizar en esta revelación en el capítulo 2 “Las fronteras no existen” de la serie web “Revelaciones del Camino” donde puedes encontrar los más profundos aprendizajes de mi viaje JuntosXLaTierra, un viaje de 28 días por Ecuador, Perú y Chile, solo y sin dinero, intercambiando casa, comida y transporte por la promesa de plantar árboles y así crear conciencia ambiental.